Ya se sabe lo importante que es la respiración: ese mecanismo cotidiano que permite el ingreso de oxígeno al organismo y del cual, rara vez, somos conscientes.
Y si hablamos de ejercicio la correcta respiración también es esencial: podrá ser nuestra aliada para lograr una mayor eficiencia o podrá ser todo lo contrario, todo dependerá de si lo hacemos de la forma adecuada.
Un control adecuado de nuestra respiración es una de las estrategias más sencillas para hacer frente a las situaciones de estrés y manejar los aumentos en la activación fisiológica provocados por estas.
Unos hábitos correctos de respiración son muy importantes porque aportan al organismo el suficiente oxigeno para nuestro cerebro. El ritmo actual de vida favorece la respiración incompleta que no utiliza la total capacidad de los pulmones.
El objetivo de las técnicas de respiración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda ser mantenido en situaciones de estrés.
Vamos a pasar a realizar una serie de ejercicios sobre la respiración.
- EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN
Para realizar estos ejercicios realice la preparación que ya conoce del módulo anterior, pudiéndose realizar sentado o tendido, en la situación que le resulte más cómoda para percibir el movimiento de la respiración.
Ejercicio 1: Inspiración abdominal
El objetivo de este ejercicio es que la persona dirija el aire inspirado a la parte inferior de los pulmones. Para lo cual se debe colocar una mano en el vientre y otra encima del estómago. En el ejercicio debe de percibir movimiento al respirar en la mano situada en el vientre, pero no en la situada sobre el estómago.
Al principio puede parecer difícil, pero es una técnica que se controla en unos 15-20 minutos.
Ejercicio 2: Inspiración abdominal y ventral
El objetivo es aprender a dirigir el aire inspirado a la zona inferior y media de los pulmones. Es igual al ejercicio anterior, sin embargo una vez llenado la parte inferior se debe llenar también la zona media. Se debe notar movimiento primero en la mano del abdomen y después en la del vientre.
Ejercicio 3: Inspiración abdominal, ventral y costal
El objetivo de este ejercicio es lograr una inspiración completa. La persona, colocada en la postura del ejercicio anterior debe llenar primero de aire la zona del abdomen, después el estómago y por último el pecho.
Ejercicio 4: Espiración
Este ejercicio es continuación del 3º, se deben realizar los mismo pasos y después, al espirar, se deben de cerrar los labios de forma que al salir del aire se produzca un breve resoplido. La espiración debe ser pausada y controlada.
Ejercicio 5: Ritmo inspiración - espiración
Este ejercicio es similar al anterior pero ahora la inspiración se hace de forma continua, enlazando los tres pasos (abdomen, estomago y pecho). La espiración se hace parecido al ejercicio anterior, pero se debe procurar hacerlo cada vez más silencioso.
Ejercicio 6: Sobregeneralización
Este es el paso crucial. Aquí se debe de ir utilizando estos ejercicios en situaciones cotidianas (sentados, de pie, caminando, trabajando, etc.). Hay que ir practicando en las diferentes situaciones: con ruidos, con mucha luz, en la oscuridad, con mucha gente alrededor, etc.
También se pueden agregar los siguientes ejercicios:
Ejercicio cardio: Evita realizar respiraciones fuertes y superficiales, esto es señal de que te estás sobre exigiendo. Asimismo, es un indicador de que no has logrado establecer un patrón respiratorio correcto para el ejercicio que estás practicando. Debes darte el tiempo necesario para encontrar el ritmo justo que te permita respirar de forma potente pero profunda.
- De resistencia: Por lo general, uno quiere espirar en el momento de mayor esfuerzo, en el cual se está levantando el peso. Esto es de ayuda para el cuerpo, por que además permite que nos estabilicemos mejor sobre la base durante la ascensión del peso –y no mecernos innecesariamente, lo que además puede traer como consecuencia dolores en la parte baja de la espalda-. Así que recuerda, inhalar antes del “trabajo” y exhalar más lentamente durante el movimiento.
- De elongación y estiramientos: Lo mejor es mantener la respiración a un ritmo lento, lo que además ayuda a lograr una mejor relajación. Procura concentrarte en tu respiración, y fíjate que sea desde el diafragma –verás que tu abdomen se eleva levemente al respirar-. Esta opción es la correcta y no tanto con la parte alta del tronco –pecho y hombros-.
Por muy contradictorio que pueda parecer es necesario relajarse todas las mañanas al levantarse.
La mayoría de la gente se levanta de una manera incorrecta y eso puede afectar el resto del día muy negativamente.
Así que aquí te vamos a enseñar una de las formas adecuadas para comenzar el día con buen pie: Al despertarse por las mañanas no se debe abrir los ojos a medias ni estar en demasiada oscuridad. Más bien deben abrirse veloces y a ser posible hacia un póster, cuadro o ventana con algo bello. Una vez abiertos los ojos y situándonos boca arriba si no lo estábamos, estiraremos las piernas todo lo que podamos hacia la dirección a la que apuntan. Cuando consideres que ya te has estirado lo suficiente y que las piernas están más relajadas pasa al paso siguiente. Después siéntate en la cama y estira los brazos como hiciste con las piernas, pero dirígelos hacia arriba. A continuación bosteza y si te lo pide el cuerpo frótate los ojos. Cuando consideres que has terminado el paso anterior levántate y junta las piernas. Ahora vas a realizar rotaciones de rodillas en la dirección de las agujas del reloj al principio y al contrario al final en igual proporción. Después arquea la espalda y sitúa durante un rato las manos en los riñones. Así ya estarás listo para comenzar el día de una manera despierta y más optimista.
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